Te leo. Me inspiras. Tus palabras son como piezas de un puzzle que me muero por juntar.
Me veo allí, entre esa pareja que discute, entre sus falsas esperanzas y las futuras decepciones. Me veo y te veo, a tí, con tu taza de café, mirando de reojo, intentando que no se den cuenta. Te veo abriendo tu cajón de recuerdos, enfadandote con la RAE y frustada con las guerras. Feliz con aquel que te mordía, dolida por quien dejaste atrás, nerviosa, cabreada, inquieta... Dices que no hablas de tu vida porque a nadie le importa y todos los textos están llenos de tu vida, tus recuerdos, tus sentidos, tus risas y tu filosofía de vida. Leyéndote veo más de tí que todo lo que puedas decirme.
Ya pasó más de un año desde que nos "encontramos" y para mí sigues estando a a la misma distancia que siempre, a golpe de click. Y me gusta. Cuídate un año más.
1 comment:
He llegado aquí por malevolia y aquí me quedo.
Aunque reducir la dósis a uno por año no sacia nada, ¿no?
Post a Comment